Consejos de uso

El Monoi de Tahiti® es un aceite vegetal natural obtenido por maceración de flor de Tiare Tahiti (Gardenia taitenis) en aceite de coco (Cocos nucifera). Es un producto de cuidado personal natural para la piel y el cabello.

Cuidado de la piel hidratante Monoï de Tahiti®

Desde el cuidado del bebé hasta los rituales de belleza polinesios, Monoi de Tahiti® se utiliza para proteger, nutrir y suavizar la piel. Este precioso aceite penetra e hidrata rápidamente las capas superiores de la epidermis. Como un suave golpe de bienestar, Monoi de Tahiti® coloca un velo delicadamente perfumado y sensual sobre la piel sedosa y recién revitalizada.

Hidratar la piel

En el cuerpo. Vierta una pequeña cantidad de aceite en la palma de su mano, frote el aceite entre sus manos y aplíquelo sobre la piel que aún está húmeda por el baño o la ducha. Masajee suavemente la piel para obtener una textura más suave y una sensación más tersa.

En la cara. Exprime una gota de aceite en las yemas de los dedos y aplica suavemente con pequeños movimientos circulares en las partes del rostro que deseas nutrir y suavizar. suavemente con pequeños movimientos circulares a las partes del rostro que desea nutrir y suavizar.

Reparación capilar, nutrición intensa

El cabello de Tahití está constantemente dañado por el sol, el viento y la sal marina. Para protegerlo y realzarlo, los tahitianos cuentan con un sensual y tradicional producto de cuidado personal, Monoi de Tahiti®. Verdadera savia potenciadora, sus propiedades reparadoras y acondicionadoras dejan el cabello suave, flexible y brillante. Su fragancia te transporta al mágico mundo de las lagunas y playas de coral.

Sobre cabello húmedo. Vierta un poco de aceite en la palma de su mano. Extiéndalo entre sus dos manos, luego aplíquelo sobre su cabello y masajee. Dejar reposar al menos 15 minutos. Luego, lávate el cabello con un champú suave. Para renovar idealmente una vez a la semana.

Sobre cabello seco. Aplique unas gotas en las puntas de su cabello para una nutrición intensa. No enjuague.

Calma la piel, exaltando las propiedades sensuales del aceite.

Un producto de culto para el cuidado personal de las lagunas del Pacífico, Monoi de Tahiti® tiene propiedades hidratantes y reparadoras muy fuertes. Después de tomar el sol, calma la piel sedienta. Este néctar de fragancia voluptuosa cubre el cuerpo con un velo gracioso y luminoso. Los sentidos se revitalizan.

Como protección solar y para después del sol. Nutre por completo la piel bañada por el sol, aplicando copiosamente en las partes más expuestas del cuerpo (hombros, pecho, pies y tobillos ...). La piel se suaviza y se calma maravillosamente. Monoi de Tahiti® intensifica el bronceado y proporciona una sensación de bienestar irresistible.

Como mascarilla reparadora para el cabello. Después de la playa o la piscina, enjuague bien el cabello con agua dulce. Frote un poco de Monoi de Tahiti® en el cabello húmedo. Dejar reposar al menos 15 minutos y luego lavar el cabello con un champú suave.

Libera el cuerpo, restablece su equilibrio emocional

Monoi de Tahiti® es un producto natural que permite la relajación del cuerpo y la mente provocando nuevas sensaciones. Una fuente inagotable de bienestar, el Monoi ha sido utilizado durante miles de años por los ma'ohi como aceite para masajes. El masaje ritual de la Polinesia conocido como Taurumi es un momento de placer que restablece la circulación de energías e inspira la fuerza mágica de las islas. Rompe los límites entre el cuerpo y la mente para una increíble sensación de bienestar.

En la bañera. Para hacer de la hora del baño un momento maravillosamente relajante, mientras protege la piel del cloro y el agua dura, vierta unas gotas en el agua del baño para obtener una fragancia instantánea de delicadeza y encanto.

Masajear. Vierta un poco de aceite en la palma de la mano, luego frótese las manos para calentar el aceite antes de aplicarlo en el cuerpo. Masajee siguiendo las líneas de energía que se colocan alrededor del cuerpo. Comience desde la parte superior de la cabeza y continúe hasta las plantas de los pies.